Santander, Colombia

CURITÍ

Curití, municipio ubicado en el departamento de Santander, se caracteriza por el uso del fique en sus artesanías. El oficio nace cuando en este municipio se establecieron fábricas para la elaboración de costales en Fique, aprovechando el cultivo de maguey en la zona. Con el cambio del uso de costales de fique por plásticos en el mercado, se dio la transición a la elaboración de diferentes productos usando la materia prima tradicional de la zona, el fique. La mayoría de los grupos con los que trabajamos son familias que han heredado el oficio de sus mayores y siguen trasmitiendo el conocimiento de generación en generación para mantener viva la tradición y el negocio familiar.

Huila, Colombia

SAN AGUSTÍN

San Agustín está situado en el sur del Huila y se encuentra resguardado por las cordilleras central y oriental. Aquí viven una gran cantidad de mujeres que tienen como oficio principal la tejeduría y el hilado en fique y fibra de plátano. Heredaron la tradición del tejido en las técnicas de telar vertical de marco y crochet, transmitiéndola luego a sus hijas. Comparten su actividad artesanal con los oficios de la casa, la producción de panela y la agricultura. Desde Matamba, trabajamos con la artesana Lisbina Becerra, quien lidera el grupo Libertejidos, conformado por un grupo de 5 mujeres que tejen junto a ella. La región es cuna del manejo de la fibra de plátano y pionera en el desarrollo del 'tejido en fino', caracterizado por efectuarse con las fibras sin hilar, unidas en sus extremos por diminutos nudos para formar un hilo continuo, de uno, dos, tres o cuatro hebras. El 'tejido grueso' se trabaja con fibras hiladas a manera de finas cabuyas. Con este grupo de mujeres trabajamos para crear diferentes bolsos, jugando con el diseño del tejido.

Nariño, Colombia

SANDONÁ

Trabajamos con la maestra artesana Juanita Castillo, quien lidera un grupo de 200 mujeres, cuyo grupo se llama “Las Juanitas”. Han aprendido a tejer la iraca como tradición en su pueblo natal, Sandoná, Nariño. Ubicado en el sur del país, este municipio es conocido por sus tradicionales sombreros de iraca y lo llaman la ciudad más dulce de Colombia. Las artesanas han heredado el saber ancestrales de la cestería de generación en generación. Tejer es su sustento principal y con el tiempo han logrado innovar la técnica para crear diversas piezas como accesorios de moda y decoración. “Tejer con amor deja un pedazo de nuestro corazón en cada pieza que hacemos”. Juanita Castillo.

Distrito Capital, Colombia

BOGOTÁ

En este taller ubicado en Ciudad Bolívar, Bogotá trabajamos nuestras prendas con el artesano Reinaldo Niño en telar horizontal. Su oficio consiste en el manejo de hilos de algodón que se entrecruzan ordenadamente de forma sencilla o combinada con trama y urdimbre donde se logran crear líneas de diversos calibres y longitudes en la extensión de las piezas para obtener diferentes diseños de tejido. Reinaldo domina esta técnica en telares horizontales de madera con pedales, usando sus instrumentos complementarios como la lanzadera, el peine y los lizos combinando los hilos para lograr diferentes efectos de texturas y relieves en el tejido.

LAS MATERIAS PRIMAS

EL FIQUE: Curití y San Agustín

El fique natural del trópico es una planta de fibra dura. Sus hojas son verdes largas y carnosas. Mide entre los 2 y 7 metros de altura. El proceso de preparación de la fibra es largo y manual:

1.
Se cortan las hojas y se extrae la fibra a través del raspado para desprenderla de la parte carnosa.

2.
Una vez extraída y clasificada, se remojan las madejas de 12 a 15 horas para lavar, tinturar y luego secar al sol.

3.
Cuando están secos, se pasan los manojos de la fibra por un cepillo de clavos para que quede liso y más suave.

4.
Por último se realiza el proceso de hilado. Se amarra longitudinalmente a un madero y la fibra que se va estirando y calibrando en el torno para sacar el hilo continuo con el que se tejen las piezas. 

Creemos que el resultado de una pieza en fique es un balance armonioso entre una fibra rústica y salvaje y una pieza final delicada y contemporánea.

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IRACA: Sandoná

La palma de iraca, también conocida como toquilla o palmiche, es una planta de origen latinoamericano que crece en climas templados, áreas frescas con sombra, a lo largo de ríos y quebradas. Para obtener la mejor calidad de esta fibra natural, la planta debe tener un cuidado muy estricto durante su periodo de crecimiento que dura aproximadamente 3 años hasta que está lista para ser procesada. 

Tradicionalmente la planta se corta durante luna llena, pues se cree que así la fibra será más resistente. El siguiente paso es cortar las partes quemadas de las hojas y luego se hace el proceso de ripiado. Para esto, se utilizan agujas o un compás para obtener hilos de fibra de aproximadamente 1 mm a 3 mm. Deben ser hilos finos para obtener la mejor calidad de la fibra. 

Luego se hace el lavado de la iraca con agua caliente durante 1 hora y se enjuaga nuevamente en agua fresca durante otra hora. Una vez se lava adecuadamente, se cuelgan las fibras para secarlas por completo al aire libre y así quedan listas para tejer en su color natural o para pasar a un proceso de tinturado usando tintes naturales como el fruto nogal o tintes industriales que permiten una gama más amplia de color. 

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